
Las empuñaduras se han vuelto extremadamente populares en los últimos años.
Hoy en día, todos queremos agarres con el mejor agarre, ¡todo el tiempo! Más agarre = más tiempo de agarre, ¿verdad? Sin embargo, depender solo de las protecciones para el agarre podría ser perjudicial para tu éxito y desarrollo como atleta. Si los agarres proporcionan demasiado agarre, la mano y los músculos de agarre trabajan menos y, con el tiempo, pueden debilitar tu fuerza de agarre.

Un buen par de agarres de entrenamiento debe, ante todo, proteger la palma de la mano para reducir el riesgo de callos, desgarros y rasgaduras en la piel. Esto es lo que te ayudará a entrenar durante más tiempo y con más intensidad, no solo el agarre. Debe haber un equilibrio entre el agarre adicional que necesitas y la protección que obtienes.
Un par de grips nuevos puede ser resbaladizo al principio. Esto es común con los grips de microfibra, ya que necesitan un periodo de adaptación. Usar tiza y fricción para raspar la capa exterior funciona.
Sin embargo, si después de un poco de trabajo con tiza y barra aún tienes el agarre resbaladizo, puede deberse a tu agarre y a la fuerza del antebrazo.
Los agarres funcionan aprovechando la fricción entre la palma de la mano, la capa de agarre y la barra. Cuanta más fricción apliquemos sobre la capa de agarre, mayor será la fricción aplicada a la barra, lo que nos proporciona un mejor agarre. En otras palabras, cuanto más fuerte sea nuestro agarre alrededor de la barra, mayor será nuestro control.
A los atletas con menor fuerza en el agarre o el antebrazo les resultará difícil generar la fuerza necesaria para aplicar fricción en el tejido de las empuñaduras y la barra. Esto significa que, si no podemos mantener esa fricción, terminaremos cayéndonos de la barra.
Esto puede ser una experiencia frustrante, pero nunca debe ocultarse comprando las empuñaduras con mejor agarre. Esto frenará el progreso y el desarrollo de nuestra fuerza de agarre y, como resultado, terminaremos dependiendo cada vez más de las empuñaduras y menos de nuestro antebrazo y fuerza de agarre.
En el entrenamiento diario, debemos centrarnos en usar un agarre que nos proporcione un nivel de agarre similar al de nuestra mano desnuda. De esta manera, no dependemos demasiado de los agarres, sino que perfeccionamos nuestras habilidades con el equipo y desarrollamos nuestra fuerza de agarre, manteniendo una buena protección.
¿Cuándo fue la última vez que te concentraste en la fuerza de agarre?

En competiciones donde cada repetición cuenta, ¡aquí es donde los agarres pegajosos y con buen agarre pueden brillar! Cuando estamos en modo competición y estás corriendo tras el cronómetro, todo lo que acabo de mencionar puede pasar desapercibido (salvo lo del adhesivo, ¡sigue sin poder usarse!).
Si tiene alguna pregunta sobre la fuerza de agarre o la línea de agarres de gimnasia de Reyllen, ¡envíenos un mensaje a Reyllen@reyllen.com hoy mismo!